Según Daniel Goleman, la empatía suele entenderse como un atributo único pero lo cierto es que en realidad se trata de tres tipos:
- Empatía cognitiva
- Empatía emocional
- Interés empático
La empatía cognitiva es la habilidad esencial de pensar en los sentimientos más que sólo vivirlos directamente. Es la cualidad de las personas que gustan de investigar y comprender qué siente el otro y por qué lo hace.
Cuando hablamos de empatía emocional nos referimos a la capacidad de sentir rápido sin la necesidad de pensar en profundidad. Es la habilidad de sintonizarnos con los demás, experimentando de manera corporal, sus emociones. Esta clase de empatía se puede desarrollar suspendiendo nuestra propia emocionalidad, de esta forma logramos una conciencia atenta –abocada- a la interacción con el otro.
Por último, cuando hablamos de interés empático debemos entender en primer lugar que éste se encuentra estrechamente relacionado con la empatía emocional. Pero ésta da un paso más allá de la habilidad de compenetrarse con las emociones de los demás, el interés empático implica una comprensión de lo que el otro siente con el fin de comprender qué necesita de mí. Es lo que esperamos de nuestros médicos, nuestras parejas y nuestras amistades. Para nuestro caso, es lo que los usuarios esperan de nosotros.
En Telemercado deseamos apropiarnos de esta actitud intencional y nos proponemos adoptarla como cultura laboral. Anhelamos que los usuarios finales de nuestros clientes sepan y confíen en que en cada contacto se conectan con una persona –del otro lado de la línea- que considera cuáles son las soluciones que más se ajustan a sus necesidades. No sólo porque debemos ser resolutores de consultas, sino porque queremos serlo.
Equipo de Calidad.