La experiencia del cliente que se obtiene de nuestras empresas es vital para mantener afianzados los lazos con ellos.
El cliente siempre es el centro de nuestro compromiso y acción, por lo que, mientras más ágil, amable y correcta sea la atención, mejor será su experiencia y sus expectativas se verán superadas.
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Personalizar la atención
Contar con una base de datos sólida, completa e integral de nuestros clientes permite llegar a ellos de manera personalizada, ofreciéndoles soluciones hechas a la medida de sus necesidades, incluso antes de que éstas surjan.
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Orientarse a la multicanalidad
En una actualidad donde los clientes están empoderados con más canales o vías de comunicación, el servicio de atención al cliente debe ser accesible para ellos en cualquier momento, lugar y a través de cualquier canal que tengan a su alcance.
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Aumentar la presencia en redes sociales
Las redes y medios sociales, donde los clientes comparten sus experiencias con el resto de los consumidores, es una herramienta ampliamente aprovechable para las empresas ya que permite conocer de primera mano sus opiniones e inquietudes con la posibilidad de un contacto directo con ellos.
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Formar a nuestra gente
Los trabajadores son nuestros clientes internos y el sector encargado de la atención al cliente exige contar con conocimientos, habilidades y actitudes concretas para ser gestionada de manera eficiente y con un estándar de calidad alto.
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Definir el tipo de experiencia a ofrecer
Es conveniente aplicar una estrategia que guíe a toda la organización en el tipo de experiencia que se busca proporcionar a los clientes.
Las experiencias que ofrecemos a nuestros clientes deben apuntar a ser únicas e irrepetibles y estar al nivel de sus expectativas.
Poder superarlas, aplicando la empatía y entendiendo al cliente, sus problemas y necesidades, permitirá que la experiencia no sólo sea valiosa, sino que además sea memorable.